Consumo inteligente

Claves para pedir un préstamo

20/02/2013
Todo lo que hay que analizar a la hora de solicitar un préstamo.
 ¿Dónde lo pedimos? ¿Cuánto monto nos prestan? ¿Cómo comparamos distintas opciones? ¿A qué plazo lo sacamos?
En un post anterior vimos cuándo conviene endeudarse. En esta nota, veremos todo lo que tenemos que considerar cuando ya nos decidimos y queremos sacar un préstamo. 
Evaluar la oferta. Las líneas otorgadas por los bancos son las más conocidas, pero también hay otras entidades que ofrecen créditos: compañías financieras, mutuales, colegios profesionales. En estos últimos casos, están disponibles para sus asociados o matriculados.
Bancarios. En general, cuando uno es cliente de un banco, puede obtener un préstamo en mejores condiciones que el público general. Pero no hay que dejar de considerar otros bancos que podría ser más convenientes (incluso si tuviéramos que abrir otra cuenta).Monto. Por supuesto que esto dependerá de la cantidad que necesitemos. Sin embargo, el monto final que pidamos podría variar según las condiciones del crédito. Si conseguimos una línea a una tasa muy conveniente (es decir, barata descontando la inflación) no sería mala idea pedir la mayor cantidad posible. Por otra parte, podría suceder que una línea de crédito a tasa accesible tenga un tope máximo; en este caso, podríamos resignarnos a sacar un poco menos de lo previsto para aprovecharla.Plazo. En términos generales, la cantidad de cuotas tiene que guardar relación con el uso que le demos al dinero (ver “¿Cuándo me conviene tomar un préstamo?”) y, mientras más tengamos, menor pagaremos por mes. De todos modos, es recomendable simular el monto de la cuota para distintos plazos; porque hay líneas en que nos conviene devolver en un período más corto porque la diferencia mensual no es muy grande.

Cuota. Con las salvedades anteriores, en general, es mejor pagar menos por mes y estirar plazos, porque se hace más fácil de cumplir. Una recomendación: el total de cuotas que pagamos por mes (tarjetas de crédito y distintos tipos de préstamos) no debe exceder el 30% de nuestro ingreso.

Tasa de interés. Sin duda, la tasa de interés nominal (TNA) es el primer elemento que indica el costo. Aquí hay que considerar que, mientras más largo el plazo, más se notarán pequeñas diferencias en distintas tasas de interés.

Costo financiero total (CFT). Este es el principal elemento para comparar distintas opciones crediticias. Se forma con la tasa de interés más todos los otros gastos, fijos o variables, que se agregan. Estos incluyen: gastos de otorgamiento (se cobran de una vez al inicio y, por lo general, se restan del monto que uno recibe), gastos administrativos (se agregan a la cuota), seguros de vida, de incendio (en créditos hipotecarios) o del automotor (créditos prendarios), e impuestos. El IVA (tasa general del 21%) se cobra sobre los intereses y todos los gastos; hay algunas entidades no bancarias (colegios profesionales, mutuales) que están exentas de este impuesto.

Como comparar. Lo mejor para elegir es para cada una de las opciones tener una simulación de la cuota a distintos montos y plazos (en algunos casos, se puede hacer por Internet, en otros, se pide cuando se hacen las averiguaciones. Así, podremos elegir la cuota más barata para el monto y el plazo más conveniente.

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Por: Paula Martinez

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