Consumo inteligente

Cómo sacarle provecho a las ofertas sin afectar el presupuesto

23/05/2016

ofertas

Las ofertas no son siempre sinónimo de buenas oportunidades y ahorro.

Si bien la mayoría de las veces suponen una verdadera rebaja respecto del precio original, comprar ofertas por el solo hecho de serlo pueden desequilibrar cualquier presupuesto.

Todo tipo de descuentos a través de promociones, liquidaciones, rebajas especiales, etcétera, nos bombardean y hay que saber controlar la tentación de comprar.

Acá te vamos a dar algunos tips para sobrevivir a la estrategia más usada por los vendedores.

Tipos de oferta

Para comprar bien hay que saber por qué un producto estás más barato.

Por temporada. Por ejemplo, la ropa de la temporada que está terminando o de años anteriores -mercadería discontinua- tiene una rebaja en relación a cuando ingresó a la venta. Es lo que los comercios llaman «liquidación».
En el caso de los alimentos, los supermercados, sobre todo, suelen poner más baratos los productos que están cercanos a su vencimiento.

Por obsolescencia. Sobre todo en cuestión de tecnología, los comercios suelen aplicar rebajas a productos que están siendo reemplazados por versiones más modernas o más completas.

Por defectuoso. Sería el caso de un producto de segunda selección, con alguna falla o defecto y siempre debería estar explicitado.

Promociones especiales. Los comercios suelen poner promociones especiales por un determinado tiempo o para fechas importantes, como el Día de la Madre, Navidad, etcétera, con el objetivo de atraer más clientes. Son las del estilo lleve dos y pague uno, o el segundo artículo a mitad de precio, etcétera.

Descuentos con tarjeta. En los últimos años, los bancos y tarjetas junto con los comercios comenzaron a ofrecer descuentos ciertos días de la semana. A veces son limitados a cierta mercadería.

Conociendo el origen de la oferta, luego hay que analizar si es conveniente.

  • ¿Conviene gastar menos y poner un cerámico de segunda en oferta o ya que estamos invirtiendo en nuestra casa compramos algo de buena calidad, aunque sea más caro, y sabemos que el resultado será mejor?
  • ¿Conviene comprar en primavera un par de zapatos abrigados para un niño, con el riesgo de que el año que viene no le entren?
  • ¿Conviene comprar más fruta de la que normalmente consumimos en casa porque está barata o terminaremos tirándola y perdiendo dinero?

Preguntas de este tipo deberías hacerte cada vez que te parás frente a una oferta.

Buena compra versus mala compra

Si no le vas a sacar provecho a un producto, será una mala compra por más barato que esté.

Eso no quiere decir que tengas que usarlo inmediatamente. Por ejemplo, comprar pañales en oferta conviene aún cuando no sea algo que estés necesitando ahora. Más adelante, te servirán.

Consejos

En todos los casos, analizá los precios en comercios de la competencia. A veces el que tiene una oferta especial no es justamente el más barato.

Evitá comprar por impulso. Te puede ayudar una lista de lo que necesitás.

No te salgas nunca del presupuesto.

Comprá si lo podés pagar. Si por aprovechar una rebaja cargás el resumen de la tarjeta y no luego no podés pagar el ciento por ciento y tenés que refinanciar una parte, con los intereses que te cobra el banco estarás perdiendo todo lo que ahorraste.

Por el mismo motivo, ojo con las cuotas. Comprar en 12 cuotas sin interés no es negocio si para eso tenés que sacar una tarjeta nueva, a la que tenés que agregar costos de mantenimiento de la cuenta y/o también del plástico.

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Por: comunidadpresupu-admin

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